En el mundo empresarial, una de las maneras de encontrar nuevos clientes y fidelizarlos es ofrecerles condiciones cómodas en el pago de sus facturas. Pero esto puede resultar contraproducente para tu empresa: vender o prestar tus servicios a crédito o a plazo y esperar 30, 60 o 90 días para recibir el pago podría no ser el escenario ideal para ti.